El espacio es un mundo de no aire, no sonido y extremos cambios de temperatura. Es evidente que los humanos no podemos vivir en tal ambiente tan hostil sin ayuda. Aquí es donde los trajes espaciales hacen su entrada triunfal. Estas maravillas tecnológicas son como naves espaciales miniatura, diseñadas para mantener a los astronautas vivos y bien. En este artículo, exploraremos cómo funcionan estos trajes, tocando cada punto clave de su operación.
Antes de saber cómo funcionan, es importante entender de dónde vienen. Los primeros trajes espaciales fueron bastante básicos, apenas más que globos rígidos de aire presurizado que permitían sobrevivir pero poco más. Desde entonces, han evolucionado enormemente. Los diseños han mejorado para otorgar a los astronautas más movilidad y comodidad, además de protegerlos contra los peligros del espacio, como la falta de oxígeno, la radiación y los micro meteoritos.
Un traje espacial tiene muchas partes diferentes. Las más importantes incluyen el casco (con su visor especial para proteger los ojos del sol), el sistema de soporte vital (que controla el oxígeno y elimina el dióxido de carbono), y las capas de material aislante y protector. Estos trajes también necesitan ser muy flexibles en las articulaciones para que los astronautas puedan moverse y trabajar en el espacio.
Uno de los desafíos más grandes de estar en el espacio es el vacío. Sin aire alrededor, los fluidos en el cuerpo humano pueden comenzar a hervir a temperaturas normales del cuerpo. Por eso, los trajes tienen que mantener una presión constante. Esto también ayuda a mantener los órganos del cuerpo comprimidos y funcionando correctamente. Los trajes actuales usan una mezcla de oxígeno con una presión más baja que la atmosférica terrestre, pero lo suficientemente alta para mantener a los astronautas a salvo.
El espacio puede ser tanto muy caliente como muy frío. Sin atmósfera que medie las temperaturas, los objetos pueden calentarse mucho al sol o enfriarse drásticamente en la sombra. Los trajes espaciales usan varias capas de material aislante y reflejante para proteger a los usuarios de estos extremos. Además, un sistema de control térmico con agua circula alrededor del cuerpo para ayudar a mantener una temperatura corporal estable.
Ninguna exploración espacial estaría completa sin un suministro confiable de oxígeno. Los trajes espaciales llevan tanques de oxígeno para que los astronautas respiren. Pero solo llevar oxígeno no es suficiente; el dióxido de carbono que exhalan necesita ser eliminado. Para esto, los trajes tienen sistemas de eliminación de CO2 que filtran y expulsan este gas para evitar la intoxicación por dióxido de carbono.
El espacio también tiene radiación que puede ser peligrosa. Los trajes espaciales tienen capas protectoras para bloquear parte de esta radiación y proteger a los astronautas. Adicionalmente, el riesgo de que pequeños meteoritos o escombros impacten a un astronauta es real. Por suerte, los trajes están equipados con una capa externa resistente a perforaciones que puede ayudar a resistir pequeños impactos.
Hablar en el vacío del espacio es imposible porque no hay aire para llevar el sonido. Por eso, los trajes espaciales tienen sistemas de comunicación integrados con radios para que los astronautas puedan hablar con la nave espacial o con la Tierra. Además, sensores y computadoras miniatura recolectan datos del ambiente y supervisan la salud del astronauta.
Los trajes espaciales son fundamentales para las misiones espaciales. Estos trajes altamente especializados y tecnológicamente avanzados hacen posible que los seres humanos exploremos el espacio de forma segura. La próxima vez que veas imágenes de astronautas caminando por el espacio, recuerda todo el ingenio y la ciencia que hay detrás de esos trajes espaciales.
Artículo publicado el 30 Dec 2023
Nota: las imágenes de este artículo no son reales, se intenta buscar algo más creativo y figurativo.
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