La relación entre las mareas y la Luna es una danza antigua y vital para la Tierra. Este movimiento de las aguas, que suben y bajan como el respiro del planeta, ha fascinado y beneficiado a las civilizaciones desde tiempos inmemorables. En este artículo, exploraremos este vínculo mágico en un lenguaje sencillo y claro, para entender cómo la Luna, a pesar de estar tan lejos, toca nuestros mares diariamente.
Las mareas son movimientos del mar, como olas grandes y lentas, que hacen que el nivel del agua suba y baje en la costa regularmente. Esto sucede dos veces al día y es algo que los pescadores, marineros y cualquiera que viva cerca del mar conoce muy bien.
Imagina que la Tierra es un balón en una piscina y la Luna es un amigo que pasa cerca, su presencia hace pequeñas olas en el agua. Esas olas en el mar son las mareas, que se mueven siguiendo a la Luna por todo nuestro planeta.
La Luna se mueve alrededor de la Tierra, y aunque parece pequeña y está lejos, tiene una fuerza que atrae las cosas hacia ella. Esto se llama fuerza gravitacional. La gravedad de la Luna tira del agua de los océanos, haciendo que se acumule un poco más hacia la Luna. Imagina que la Luna tiene una especie de cuerda invisible que jala el agua suavemente hacia ella.
Entonces, cuando hablamos de las mareas, nos referimos a dos momentos principales:
Marea alta (o pleamar): ocurre cuando el agua del mar se eleva y llega más lejos en la playa, esto pasa cuando la Luna está más cerca de una parte de la Tierra y su gravedad es más fuerte ahí.
Marea baja (o bajamar): es cuando el agua se retira y la playa se ve mucho más ancha. Esto sucede en el lado de la Tierra que está más lejos de la Luna, donde su fuerza no jala tanto el agua.
Y así, como un columpio cósmico, el nivel del mar sube y baja en respuesta al llamado de la Luna.
El ciclo de las mareas no es exactamente cada 12 horas, sino que es un poco más. ¿Por qué? Porque mientras la Tierra gira en un día, la Luna también se ha movido en su ruta alrededor de la Tierra. Entonces, cada marea está separada por aproximadamente 12 horas y 25 minutos.
El Sol, aunque está mucho más lejano que la Luna, también tiene su papel en este baile de las mareas. Su gravedad también atrae al agua de los océanos, pero con menos fuerza que la Luna. Cuando el Sol y la Luna están alineados con la Tierra (en luna nueva o luna llena), sus fuerzas se combinan y hacen mareas más grandes, que se llaman mareas vivas o spring tides en inglés.
Por otro lado, cuando la Luna y el Sol están en ángulos rectos entre sí respecto a la Tierra (cuarto creciente y menguante), las mareas no son tan altas ni tan bajas. A estas se les llama mareas muertas o neap tides.
No todas las costas son iguales, y tampoco las mareas. En algunos lugares, las mareas son muy grandes y en otros casi ni se notan. Esto se debe a la forma de la costa, el fondo del océano y cómo el agua se mueve en los diferentes mares y océanos.
Las mareas no son solo algo bonito que ver. Son muy importantes para la vida en el mar, ya que ayudan a mezclar el agua y a mover nutrientes. Muchos animales marinos dependen de las mareas para su comida y para saber cuándo es el momento de hacer ciertas cosas, como poner sus huevos.
Para las personas, las mareas también son esenciales. Desde tiempos muy antiguos, las hemos usado para pescar y navegar. Hoy en día, también se estudian para hacer energía con el movimiento del agua, una energía limpia y sin fin.
Las mareas son como un regalo de la Luna, una influencia silenciosa pero poderosa en la Tierra. Al aprender sobre ellas, podemos entender mejor el mundo en que vivimos y cómo incluso los astros lejanos tienen un efecto en nuestra vida diaria. La próxima vez que veas el mar subir y bajar, recuerda que es parte de una danza cósmica milenaria, un enlace entre nuestro planeta y la Luna.
Artículo publicado el 31 Dec 2023
Nota: las imágenes de este artículo no son reales, se intenta buscar algo más creativo y figurativo.
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