Auroras boreales desde la estratosfera, copyright - Ralf Rohner -
En la extensa bóveda celeste, las luces norteñas brillaron con intensidad en la noche del 15 de enero, capturadas desde la estratosfera de nuestro planeta, justo sobre Winnipeg, Canadá. La imagen es el resultado de una exposición única de 5 segundos, tomada con una cámara sostenida a mano a bordo de una aeronave. Durante ese breve lapso, las luces terrestres dejaron estelas de colores a lo largo de la dirección del vuelo del avión, evidencia del vertiginoso movimiento a través del cielo nocturno.
Más allá del horizonte, partículas energéticas aceleradas a lo largo del campo magnético terrestre en la región polar impactan con oxígeno atómico en la atmósfera superior, provocando la luminiscencia conocida como Aurora Boreal. La tonalidad verde característica de las auroras se produce a altitudes comprendidas entre los 100 y 300 kilómetros, mientras que el rojo se observa a altitudes aún mayores y en densidades atmosféricas más bajas.
Por encima del resplandor terrestre, el débil brillo de las estrellas distantes sigue el camino de nuestra propia galaxia, la Vía Láctea, dibujando un arco a través de la noche estrellada. Un pequeño vislumbre de la galaxia de Andrómeda, la espiral grande más cercana a la Vía Láctea, se distingue apenas hacia la parte superior izquierda de la imagen. Aunque a simple vista pueda parecer difusa y modesta, Andrómeda es, en realidad, grandiosa y extensa, con un diámetro de aproximadamente 220,000 años luz y alberga cerca de un billón de estrellas.
Un aspecto fascinante de este fenómeno es que las auroras boreales no son exclusivas de nuestro planeta. Gracias a telescopios y sondas espaciales, sabemos que otros planetas del sistema solar, como Júpiter y Saturno, también presentan estos espectáculos de luz, causados por interacciones similares entre su campo magnético y el viento solar.
Para los aficionados a la astrofotografía y la astronomía, estos eventos naturales representan una oportunidad de capturar con sus lentes un cuadro vivo de la danza cósmica entre partículas, luz y los campos magnéticos planetarios. Cada imagen de este tipo nos recuerda que formamos parte de un universo extraordinariamente bello y dinámico.
Artículo actualizado el jueves, 18 de enero de 2024
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