La zona de las tarántulas, copyright - Robert Gendler -
La Nebulosa de la Tarántula, conocida también como 30 Doradus, es una región de formación estelar colosal ubicada en la Gran Nube de Magallanes, una galaxia satélite cercana a la Vía Láctea. Con más de mil años luz de diámetro, se trata del lugar más extenso y activo en la creación de estrellas dentro del Grupo Local, el conjunto de galaxias que incluye, entre otras, a la nuestra.
Esta nebulosa debe su nombre a las filamentosas extensiones de gas y polvo que asemejan las patas de una araña, extendiéndose en un magnífico espectáculo cósmico que ha sido capturado por la combinación de datos de poderosos telescopios espaciales y terrestres. Dentro de la Tarántula se encuentra NGC 2070, un conglomerado de estrellas masivas jóvenes cuyas intensas radiaciones, vientos estelares y los choques de supernovas estimulan el resplandor del gas en la nebulosa y forman los filamentos que dan lugar a su aspecto característico.
Además de los filamentos, en el entorno de la Tarántula se observan otras regiones de formación estelar, cúmulos de estrellas jóvenes, y nubes con formas de burbujas creadas por la acción de vientos estelares y explosiones supernovas. De hecho, el campo de visión incluye el lugar de la supernova más cercana a nosotros en tiempos modernos, SN 1987A, situada en la parte inferior derecha de las imágenes.
Este campo estelar se extiende aproximadamente 2 grados, lo que equivale a 4 lunas llenas, dentro de la constelación del Dorado en el hemisferio celeste sur. Si la Nebulosa de la Tarántula estuviera tan cerca de nosotros como lo está la Nebulosa de Orión —a unos 1,500 años luz— cubriría la mitad del cielo visible, ofreciendo un espectáculo sin igual.
La región del R136, el núcleo de NGC 2070, es particularmente interesante porque contiene algunas de las estrellas más masivas y brillantes conocidas. Estas estrellas contribuyen significativamente a la ionización del gas a su alrededor, generando ese brillo característico que podemos observar en las imágenes de la nebulosa.
Investigaciones en la Tarántula también sugieren que esta región podría asemejarse a lo que eran las áreas de formación estelar en el universo primitivo, ofreciendo a los astrónomos una ventana al pasado para entender mejor los procesos de formación estelar en las condiciones primigenias.
En resumen, la Nebulosa de la Tarántula no solo es impresionante por su tamaño y belleza, sino que también es un laboratorio astronómico clave para estudiar los fenómenos relacionados con la natalidad estelar en el universo.
Artículo actualizado el viernes, 8 de marzo de 2024
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