Una Ventisca de Partículas en el Cometa 67P/Churyumov-Gerasimenko
En el espacio, las condiciones que conocemos en la Tierra toman una nueva forma. Un claro ejemplo de esto es lo observado por la sonda Rosetta en su órbita alrededor del cometa 67P/Churyumov-Gerasimenko en junio de 2016. En lo que podría parecer una ventisca de nieve terrestre, la cámara de ángulo estrecho de Rosetta capturó imágenes de partículas de hielo y polvo desplazándose frente a su lente, en una danza silenciosa sobre la superficie cometaria.
Resulta fascinante cómo estos rastros, semejantes a copos de nieve, son en realidad desechos cometarios liberados mientras el cometa se dirige más cerca del Sol en su órbita. También es interesante señalar que algunos de los puntos brillantes observados podrían deberse a partículas cargadas energéticamente o rayos cósmicos interactuando con la cámara, y no sólo a los remanentes cometales.
Con 33 imágenes consecutivas tomadas en un lapso de 25 minutos y a una distancia aproximada de 13 kilómetros del núcleo cometa, se creó un impresionante video que muestra este fenómeno. Aunque es fácil confundirlos con partículas de nieve, los puntos de luz más persistentes y lineales son, en realidad, estrellas del fondo celeste, localizadas en la constelación del Gran Perro (Canis Major), desfilando de arriba hacia abajo en la secuencia.
El cometa 67P/Churyumov-Gerasimenko, con su forma única que recuerda a un patito de goma, ha sido un objetivo de estudio ejemplar sobre la naturaleza primitiva de nuestro sistema solar. La misión Rosetta, llevada a cabo por la Agencia Espacial Europea (ESA), no sólo fue un hito en la exploración espacial por su detallada inspección del cometa, sino también por el aterrizaje de su módulo Philae en noviembre de 2014.
El fin de la misión llegó en septiembre de 2016, cuando Rosetta realizó un impacto controlado con el núcleo del cometa, proporcionando datos hasta sus últimos momentos. Este valor sacrificio ha ampliado profundamente nuestra comprensión de los cometas y su papel en el contexto de la historia del sistema solar.
La sonda Rosetta nos dejó con un legado de conocimiento y un recordatorio de que, aunque un cometa pueda parecer albergar sus propias tormentas invernales, el frío silencio del espacio es un escenario dramáticamente distinto al de cualquier clima terrestre.
Artículo actualizado el sábado, 6 de enero de 2024
Las nieves de Churyumov-Gerasimenko, imagen generada por DALLE 3
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