Para los habitantes principalmente inofensivos del planeta Tierra, las estrellas más brillantes del cúmulo abierto NGC 2169 parecen formar un cósmico número 37. ¿Esperabas un 42? Desde nuestra perspectiva, la improbable formación en forma de asterismo numérico surge puramente por azar. Se encuentra a una distancia estimada de 3,300 años luz, en dirección a la constelación de Orión. En lo que respecta a cúmulos de estrellas, ya sean galácticos o abiertos, NGC 2169 es uno pequeño, extendiéndose aproximadamente sobre 7 años luz.
Formado al mismo tiempo desde la misma nube de polvo y gas, las estrellas de NGC 2169 tienen solo alrededor de 11 millones de años de edad. Se espera que tales cúmulos se dispersen con el tiempo, ya que encuentran otras estrellas, nubes interestelares y experimentan mareas gravitacionales mientras hacen autostop a través de la galaxia. Hace más de cuatro mil millones de años, se cree que nuestro propio Sol se formó en un cúmulo abierto similar de estrellas.
En la Galería: Aurora Terrestre de la Región Solar Activa 3664, podemos observar los hermosos fenómenos lumínicos que tienen lugar en la atmósfera superior de la Tierra, donde las partículas cargadas del Sol colisionan con los átomos y moléculas de nuestro planeta.
Datos adicionales interesantes sobre NGC 2169 podrían incluir su descubrimiento en 1786 por el famoso astrónomo William Herschel y que también se conoce como "El Cúmulo del 37" debido a su forma. A pesar de su juventud, ya cuenta con estrellas bastante masivas y brillantes, que eventualmente terminarán su ciclo de vida de manera espectacular como supernovas. Estudiar cúmulos como NGC 2169 ayuda a los astrónomos a comprender mejor los procesos de formación estelar, así como la evolución de las estrellas jóvenes y los sistemas planetarios que pueden estar en desarrollo a su alrededor.
Artículo actualizado el martes, 14 de mayo de 2024
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